
La idea ha surgido de un sacerdote italiano que afirma que es necesario un espacio sacro para los jóvenes católicos cerca de donde estos se divierten en época estival.
La Iglesia hinchable llegará a diferentes localidades marítimas de Italia durante el verano y es parte de la pugna contra el relativismo que ha evocado Benedicto XVI. Cualquier rincón es bueno para atraer a los fieles y compartir con ellos, y que mejor que comenzar por aquellos que andan por estas fechas disfrutando de sus vacaciones.